Me dejaste un beso en la gaveta
y un brasier tirado en el sofá
un ataque de celos en la mesa
y tu perfume pegado en la pared.
Me dejaste el mundo de cabeza
y un grito en el contestador
que anunciaba con toda certeza
que esta vez se te acabó el amor.
Me dejaste un pero y un por que
unos cuantos insultos y un adiós,
una duda flotando en mi cabeza
y la promesa de no volver jamás.
Lo que siento lo gurdo en la nevera,
por si un día decides regresar.
domingo, 28 de diciembre de 2008
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